¡Hablemos del Maridaje!! (Parte 1)
El día de hoy
les quiero empezar a platicar sobre el concepto del maridaje. Este término es
cada vez más común y busca referirse al “matrimonio” o unión que existe entre
la comida y la bebida. Normalmente nos referimos al maridaje en términos de
vino, pero la realidad es que se aplica para otras bebidas como las cervezas,
destilados, jugos y hasta el agua simple.
En el maridaje
lo que nosotros buscamos, de forma simplista, es el evaluar que tan bien o mal
un alimento se lleva con una bebida específica. Este es un tema de percepción, el
cual se ve afectado por las costumbres de cada persona y sus hábitos alimenticios,
ya que algunas personas son más o menos sensibles a ciertos alimentos o
ingredientes, lo cual afecta la percepción del maridaje.
Para llevar a
cabo el maridaje, debemos de considerar que nuestra boca juega un factor clave
ya que es donde la magia sucede. En la boca tanto el vino como la comida van a
detonar los siguientes elementos de esta etapa gustativa: acidez, azúcar, alcohol,
tanicidad, persistencia, textura. Todos estos elementos que se perciben en boca
nos darán una idea del maridaje que la comida y la bebida generan en conjunto.
Tipos de Maridaje
En cuanto a los
tipos de maridaje, principalmente son dos, pero existen otros no tan comunes.
Voy a explicar los tipos de maridaje tomando como ejemplo los vinos, aunque
aplica para otras bebidas:
Maridaje de línea o de acompañamiento: en este tipo de maridaje se podría decir que el vino y el alimento
van de la mano, en otras palabras, en la boca no hay una predominancia de uno
contra el otro, digamos que ambos alimentos se acompañan de forma ideal. En
este tipo de maridaje se le da prioridad al platillo sobre el vino.
Maridaje de contraste: en
este tipo de maridajes lo que se busca es que se perciban los polos opuestos en
la boca, por ejemplo: salado con dulce, graso con astringente, texturas gelatinosas,
etc. En este tipo de maridaje se da prioridad al vino sobre el platillo. Este
tipo de maridaje es más subjetivo.
Maridaje natural: este
tipo de maridaje aplica un poco más a la cocina en donde buscas que empaten los
usos y costumbres de una misma región, como sería el cocinar con ingredientes
únicamente de Oaxaca o bien de ciertas regiones específicas.
Maridaje emocional: este
tipo de maridaje es muy subjetivo, pero probablemente es el que la mayoría de
nosotros recordamos tanto positiva como negativamente y esto tiene que ver con
la situación y el estado anímico con el cual se consume algún vino o bebida.
Este tema es altamente debatible, pero muchas veces recordamos un vino como muy
bueno porque probablemente lo consumimos en algún momento de celebración o
mucha alegría, así como podemos recordar algún vino como malo, si la situación
en la cual lo consumimos no era del todo favorable emocionalmente hablando.
La semana
entrante les platicaré sobre cómo construir este maridaje ideal que todos
buscamos, conocer los enemigos del vino, elementos puente, etc.
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